Introducción
Algo que he notado mucho en mis alumnos y alumnas es que, al terminar un trabajo, muchos realizan una revisión superficial, verificando únicamente si han cumplido con los requisitos del instrumento de evaluación. Valoran si han hecho o no lo que se les pide, pero no siempre comprueban la calidad del trabajo que acaban de hacer. No se trata de falta de interés, sino de una habilidad que aún no han desarrollado a fondo: la autoevaluación.
Esta observación, repetida en tantas ocasiones, me ha llevado a crear una guía práctica sobre la autoevaluación con inteligencia artificial (IA), una herramienta que les permite reflexionar y analizar su trabajo de manera autónoma.
¿Por qué la autoevaluación es clave en el aprendizaje?
He visto en muchas ocasiones cómo los estudiantes entregan sus tareas después de una revisión rápida, sin detenerse a analizar en profundidad la calidad de lo que han hecho. Esta revisión superficial les permite saber si han cumplido con los requisitos básicos, pero no les ayuda a mejorar de verdad. Aún no han desarrollado al completo la habilidad de revisar su propio trabajo de manera crítica y constructiva, un paso fundamental para crecer como estudiantes y comprender mejor tanto sus fortalezas como sus áreas de mejora.
La autoevaluación no es solo una práctica para “hacerlo mejor la próxima vez”, sino una herramienta que empodera al alumno y lo convierte en un participante activo de su aprendizaje. Al saber qué revisar en cada tarea, el estudiante no solo busca errores, sino que aprende a identificar sus fortalezas y debilidades. Así, cada trabajo deja de ser un simple “ejercicio” para convertirse en una oportunidad de aprendizaje real.
Una aliada inesperada: La Inteligencia Artificial
Aquí es donde la inteligencia artificial (IA) se convierte en una gran ayuda. Puede sonar un poco «futurista», pero la IA es una herramienta práctica que puede ayudar a los estudiantes a reflexionar sobre su propio trabajo.
La IA ofrece un feedback inmediato, objetivo y detallado sobre aspectos específicos de un trabajo, como la coherencia en los argumentos, la claridad en la estructura o incluso el uso correcto de referencias. ¿Qué significa esto en la práctica? Que, si un estudiante quiere revisar un ensayo o un proyecto, la IA puede darle una opinión rápida y precisa sobre sus puntos fuertes y áreas de mejora, permitiéndole aprender y mejorar incluso antes de entregar el trabajo.
¿Cómo utilizar la guía?
La guía que he creado está pensada para que tanto alumnos como docentes puedan integrar la IA en el proceso de autoevaluación. He incluido ejemplos de prompts para distintos tipos de trabajos, con el objetivo de que cualquier persona pueda utilizarlos de manera fácil y eficaz. Además, la guía no solo se centra en qué preguntarle a la IA, sino en cómo interpretar la retroalimentación y en cómo reflexionar sobre cada comentario para aplicarlo en futuros trabajos.
Pero la guía no solo se centra en los prompts; también te enseña a reflexionar sobre el feedback que recibes, a hacerte preguntas importantes y a aplicar lo aprendido en futuras tareas. La autoevaluación es un proceso que, con el tiempo, se convierte en un hábito, facilitando una mejora constante y permitiendo que los estudiantes se vuelvan más autónomos y críticos con su propio aprendizaje.
Si eres estudiante y alguna vez has entregado un trabajo sin revisarlo porque no estabas seguro de cómo hacerlo, o si eres docente y quieres enseñar a tus alumnos a ser más reflexivos y a mejorar cada día, esta guía es para ti. Usar la IA para autoevaluarse es un primer paso hacia un aprendizaje más consciente y profundo. No se trata de buscar la perfección, sino de entender el propio proceso y crecer con cada experiencia.
