En el apasionante mundo de la Educación Infantil nos enfrentamos al desafío de iniciar a los alumnos en el uso de la tecnología, una preocupación que comparten tanto las familias como los educadores, y nos planteamos… ¿cómo podemos introducir a los más pequeños en la tecnología sin recurrir a las pantallas desde el principio?, ¿es posible impulsar la competencia digital sin exponerlos tempranamente a las pantallas? ¡Por supuesto!, antes de que los niños empiecen a pulsar botones o utilizar pantallas táctiles podemos empezar con algo diferente…
El ‘pensamiento computacional desenchufado’ es una forma genial para empezar. ¿Qué significa esto? Es enseñar a los niños a pensar como si fueran pequeños programadores, pero sin usar pantallas. Se trata de juegos y actividades que les hacen pensar para resolver problemas, de la misma forma en la que lo harían con un robot, una tablet o un ordenador, pero de manera divertida y adecuada para su edad.
Con este tipo de tareas desarrollamos habilidades como la resolución de problemas o el pensamiento lógico, entre otras, preparando a los niños a enfrentar futuros desafíos personales, académicos y profesionales.
Sabemos que el simple hecho de utilizar tecnología en las aulas no produce automáticamente una mejora. Para que el uso de la tecnología se convierta en un verdadero aliado de la educación y tenga un papel transformador es importante que lo hagamos desde una reflexión pedagógica que alinee su utilización a las diferentes necesidades específicas de cada etapa del desarrollo. Solo así podemos utilizar la tecnología de forma consciente y segura y preparar a los niños y niñas para vivir en una sociedad cada vez más digitalizada.
A continuación, os dejo mi ponencia en el Congreso Mundial de la Educación Infantil de AMEI WAECE, donde profundizo en este tema y comparto experiencias prácticas.
Muchísimas gracias por la ponencia, ha sido de gran ayuda!! 👏🏻🤗